Pienso que a veces, me he equivocado.
El nudo en el corazón no me deja ni llorar. Ni latir. Ni respirar.
Ahora no quiero sentir. Ni ver. Ni escuchar.
No hay más que el dolor de un jardín deshojado. Me has dejado. Como el olor de mis flores, ocultaban demasiado. Como tú.
Aunque la ansiedad la lleve por dentro, siempre te creí diferente. No regaste y te fuiste. Murió el olvido.
Morimos los dos.
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