Un calor familiar

Cada metro que recorro significa que no estoy muerta. Pero que camine hacia adelante no significa que este viva
No se ni como he llegado hasta aquí. Siento de nuevo al mundo respirar. Lo veo. Veo como se mueve.

Siento un calor familiar,
un hormigueo que vuelve,
un beso en la frente.


                 O entre las piernas.



Frígida

Pensé que necesitaba manos para arrancarme el puñal del pecho. Pero me equivoqué.
Por muchas lágrimas que de mis ojos caigan mientras hurgo en la herida siempre miraré hacia arriba, dónde colgué el recuerdo por el que sigo en pie.
Yo... sola... conmigo. Y que oscuridad se me viene tintada de sangre, casi ya podrida.