Empezando.

No me arrepiento de olvidarte de esta manera. 
Alguien me cogió la cara, me secó las lágrimas y mirándome a los ojos, me dijo algo que necesitaba escuchar, la verdad. Eres fuerte, sabes estar sola y ya lo has hecho antes. Tienes que aprender a tomar decisiones y acarrear con las consecuencias. Y no pasa nada, tú puedes con todo, porque eres fuerte.
Después de eso y algo más, me siento un poco mas libre. Gracias. 

No me arrepiento de olvidarte de esta manera, a base de alcohol, algún que otro empujón y esas amargas resacas. De empezar a tomar decisiones, aunque sean drásticas y sin sentido. Soy yo pero mas libre. 

Un viaje

Estaba tan absorbida por mis propios pensamientos que no me di cuenta ni cuándo empezamos a cenar. Me habían traído un plato con una hamburguesa y unas patatas fritas con salsa. Realmente, se que pasaba el tiempo porque, en cada imagen de las que recuerdo, cada vez quedaba menos comida en el plato.
Le preguntaba a mi amigo si no le estaba pasando a él también. Y volvía al plato con la sensación de estar volando. Música de fondo. La cantaba, separaba la carne de la lechuga. Giraba la cara a la izquierda y le comentaba que me sentía rara, que si a el no le pasaba. Cogía una patata aunque no recuerdo haberla comido. Miraba su plato y mientras mi cuerpo se movía al ritmo de la música le decía, "tío", sentía que estaba volando. Se repetía esa canción, o quizás era otra, pero también se repetía. Intentaba mirar al frente pero eso me mareaba. Agachando la cabeza cortaba otro trozo de la hamburguesa, parecía jugosa pero no recuerdo a qué sabía. Miraba a la izquierda, también había una camarera que pasaba un trapo por la barra. Un golpe fortísimo me hace mirar al frente, una pared con un estampado. Me mareaba. Por detrás está entrando gente al restaurante. Miro el plato y dirijo mi mirada a la izquierda pero mi cabeza llega más tarde, llega tres veces más mientras intento preguntarle si no le estaba pasando a él también. La canción, otra vez, la misma, o quizás otra diferente a las anteriores. Miro a la derecha y estoy en un escaparate. Joder cuantas putas luces. Coño que me está pasando. Céntrate. Estas en un restaurante, estás cenando, estás mareada. Coño que calor. Giro la cabeza a la izquierda, necesito aire le digo, estoy mareada pero, es una sensación agradable. Estoy flotando, le digo, no te pasa a ti también, pregunto. Estás bien, llega unas cuatro o cinco veces a mis oídos. Solo puedo respirar mirando por el cristal enorme que me separaba de la calle. La gente me estaba mirando. La canción, quizás la misma o otra diferente. Esta vez mi cara llega antes que mis ojos, mi voz se queda por el camino. He gritado, le pregunto, estoy como flotando. Vámonos ya.

No se cómo ni cuándo pero llegué, me daba miedo dormir. Solo pensaba en ti.

Todo el mundo miente.

Ahora mismo me gustaría explotarte en la cara.
No puedo cerrar los ojos sin que se me erice la piel,
no se si es de odio o de nostalgia.
Pero no puedo cerrar los ojos sin verte.
Miro para dentro y ahí estás, esperando, dices.

Que todo el mundo miente.

Ser feliz contigo.

Nunca más podré volver a ser la de siempre.
No digo que no pueda ser feliz, pero te digo que no así.
Que por mucho que quiera no puedo olvidar, o no se.
                                                            Igual no quiero.
Puñaladas en el estomago, siento,
empujones, desespero, llanto, ansiedad.
El fuerte zarandeo de mi alma,
pero mi cuerpo está inmóvil, paralizado.
No logro hacer que se mueva.
No puedo dormir, porque si duermo sueño...
                             y sueño contigo que es algo
                             que odio ahora mismo.

Me encantaba soñar despierta pero ahora,
pagaría lo que fuera por despertar.
Despertar de esta muerte en vida, inmóvil,
ajena a toda ilusión y motivación.
Podría seguir describiendo, pero mis dedos
apenas quieren moverse. Como mis ojos,
que apenas lagrimean porque ya nada tiene sentido.


Que alguien me de un guantazo
a ver si así vuelvo a la realidad.
O cerraré los ojos para siempre.
Se trata de ser feliz conmigo.
                              algo que espero algún día lograr.

Te odio.

Y ahora medio drogada te digo que te odio,
que quiero una pizza a media noche.
Que quiero dejar de ahogarme con mis propias lágrimas.
Quiero respirar sin tener ese nudo en la garganta.
Ese nudo eres tu. Mis náuseas.
Te odio, te odio tanto que me duele.
Que el mundo está patas arriba. Quizás solo el mio.
Ansiedad.
Rabia.
Odio.

                                                             Te quiero.

Yo no quería.

Necesito cambios.
Estará irreconocible, 
los cambios dan miedo.

Espero verlo. Estaba decidida.
Porque ahora no veo nada
con tanta lágrima en los ojos.

Tanto que duele

Ya nada es lo que era,
ni lo será nunca.
Te echaré de menos.
Aunque vuelva el tiempo atrás.
Joder. Un año mas.